Stockholm

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lunes, 8 de febrero de 2016

Choque de culturas

Ayer fuimos a las piscinas de aquí de Karlstad (Badhuset). El tiempo estaba malo, así que en vez de salir a jugar al parque decidimos llevar a la niña a bañarse en las picinas (bassäng). El ambiente sin embargo era bien diferente al que normalmente hay. La razón era sencillamente la cantidad de "niños refugiados" (flyktingbarn) que habían ido a bañarse..

Debo empezar diciendo que el término "flyktingbarn" en Suecia se refiere a menores de edad que piden asilo político y vienen solos sin la familia. Todo el que llega con esa condición es considerado "niño refugiado", lo cual en muchos casos se cuestiona dado que la edad no se verifica ni siquiera con un exámen médico y muchos dicen ser menores cuando físicamente es obvio que no lo son. Así que cuando me refiero a que había "niños refugiados" en la piscina, quiero decir que la edad promedio era 16, 17 años.  En los asilos se han repartido entradas para las piscinas a precios módicos o hasta gratis, lo cual ha hecho que el descontrol en las piscinas y el choque de culturas sea inmenso.

Por un lado, un grupo de jóvenes en plena pubertad que además son la mayoría musulmanes (muslimer) acabados de  llegar a este país, sin estar adaptados a las costumbres del mundo occidental y que de pronto se ven en unas piscinas donde las muchachas andan en traje de baño (badkläder) casi desnudas. Por otro lado, las muchachas jóvenes que leen las noticias y todo lo que se dicen en la prensa del comportamiento de los refugiados, ya sea en los asilos, en las piscinas o en fiestas públicas, y que por demás sienten los ojos curiosos de los muchachones que no dejan de mirarlas. El resultado? Un choque de culturas en el que nadie gana.  Los refugiados más aislados no pueden estar porque la gente no se confía y constantemente los mira como esperando que hagan algo, las muchachas jóvenes por su parte casi que huyendo cada vez que se acerca un grupo de más de dos refugiados. Qué situación tan triste se ha creado en Suecia!

Las noticias de  los sucesos en las piscinas en Estocolmo son alarmantes. Muchachas adolescentes que se quejan del comportamiento inadecuado por parte de los nuevos inmigrantes que aprovechan para mirar y tocar. La falta de control por parte de los supervisores de los asilos que ni siquiera se aseguran de que sepan nadar antes de llevarlos a las piscinas, en los casos en que van con algún supervisor, lo cual no siempre es así. El personal de las picinas quejándose de la irresponsabilidad de los asilos que no se ocupan de la situación.

Los verdaderos responsables? Unica y exclusivamente los políticos y las organizaciones que en su empeño de que lograr la igualidad se han propuesto ocultar la marcada diferencia cultural que existe entre esta sociedad y la de todos los refugiados políticos que llegan constantemente del Medio Oriente (Mellanöstern) con una cultura y unas creencias religiosas completamente diferentes. En lugar de prepararlos e instruirlos para que se adentren a la sociedad, sencillamente los están lanzando al fracaso social.


2 comentarios:

  1. También vivo en Suecia y coincido contigo en la pésima valoración sobre los políticos y dirigentes. Están tomando decisiones que suponen una tremenda hipoteca para el futuro de la sociedad y del país cuyos intereses deberían buscar.
    No parecen importarles las consecuencias de sus decisiones destinadas a engrandecer su ego y prestigio internacional.
    ¿Bien intencionados pero ingenuos? No lo creo, nadie puede llegar a los más alto de una cúpula política en Europa y ser un bobo ingenuo o inconsciente de causas y efectos. Sólo les interesa su carrera política y su imagen, no lo que dejen en herencia a las generaciones futuras.

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    1. Exacto. Lo peor es que además la censura en la sociedad es tan grande que nadie dice su opinión porque te cuesta la amistad de los que no piensan como tu.

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