Stockholm

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sábado, 6 de agosto de 2011

El mes de las "cosas podridas"

Llegó agosto y con él el la parte alta del verano, lo cual significa que llegó el momento del año en que comiezan a echarse a perder los alimentos. Es por ello que se le llama a este mes "rötmånaden" o "el mes podrido" si se traduce literalmente.

Una de las cosas que me llamó la atención cuando empecé a cocinar al llegar aquí fue lo mucho que se conservan los alimentos en el refrigerador y fuera de él. Las galletas o los "panes duros" (hårdbröd) como le llaman aquí duran una eternidad una vez que se abre el paquete sin ponerse socatas, nada de sellar la apertura, sacarle el aire ni nada así, sencillamente no hace falta; y es que el clima es seco, bien seco durante casi todo el año, al punto que para el que esté adaptado a un clima húmedo, puede hasta costar trabajo respirar al principio y en casos extremos la nariz llega a sangrar.

Sin embargo, tras un mes de verano y lluvias, hay mucha más humedad en el aire y por tanto más bacterias, así que no es de sorprender el nombre que se le da al mes de agosto, y con mucha razón, pues el "amigo moho" ya aparece en cualquier alimento tras solo unos días de estar en el refrigerador.

Si hay algo que considero interesante de Suecia es el hecho de que casi cada mes es diferente a los demás y tiene características especiales; diferencias que van desde a qué hora enciendes las luces en la casa, cómo te vistes hasta cuánto dura la comida sin echarse a perder.

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