El fraude y la corrupción en la política están presentes en cualquier lugar del mundo, y ningún país está exento de esto. Suecia, ciertamente, no es la excepción.
Hace dos semanas fue todo un escándalo en la prensa sueca la noticia del fraude por desvío de fondos (bidragsfusk) de un líder político, específicamente el líder del partido social demócrata (Socialdemokraterna) en Suecia, Håkan Juholt.
Resulta que por cuestiones laborales, le correspondía un cierto presupuesto para rentar vivienda en Estocolmo y según salió a la luz, el beneficio económico que estaba obteniendo era nada más y nada menos que el doble. Precisamente el líder de un partido que defiende y proclama el aumento de las ayudas económicas del estado al pueblo, caos total.
La cuestión ahora es, cómo afectará este mayúsculo escándalo la popularidad de Juholt, quien por demás es candidato a secretario de estado de la nación (statsministerkandidat). A decir de él mismo, devolverá cada corona de los 160 000 SEK que tomó sin derecho alguno (aproximadamente 17 500 euros); y como si fuera poco, todo el proceso judicial se encarga ahora de determinar si el fraude fue consciente o no, es decir si realmente el líder político estaba al tanto o no de qué presupuesto le correspondia, hasta escribirlo suena ridículo!
Las leyes suecas, tan benévolas como siempre. Es difícil juzgar a alguien sin pruebas solo leyendo la prensa, pero los hechos hechos son, y el sol no se puede tapar con un dedo, y falta de conocimiento, a esos niveles es un poco difícil de creer, al menos en mi opinión, que por demás no conozco mucho de política. La defensa sin embargo, es permitida para todos, políticos o no.
Hace dos semanas fue todo un escándalo en la prensa sueca la noticia del fraude por desvío de fondos (bidragsfusk) de un líder político, específicamente el líder del partido social demócrata (Socialdemokraterna) en Suecia, Håkan Juholt.
Resulta que por cuestiones laborales, le correspondía un cierto presupuesto para rentar vivienda en Estocolmo y según salió a la luz, el beneficio económico que estaba obteniendo era nada más y nada menos que el doble. Precisamente el líder de un partido que defiende y proclama el aumento de las ayudas económicas del estado al pueblo, caos total.
La cuestión ahora es, cómo afectará este mayúsculo escándalo la popularidad de Juholt, quien por demás es candidato a secretario de estado de la nación (statsministerkandidat). A decir de él mismo, devolverá cada corona de los 160 000 SEK que tomó sin derecho alguno (aproximadamente 17 500 euros); y como si fuera poco, todo el proceso judicial se encarga ahora de determinar si el fraude fue consciente o no, es decir si realmente el líder político estaba al tanto o no de qué presupuesto le correspondia, hasta escribirlo suena ridículo!
Las leyes suecas, tan benévolas como siempre. Es difícil juzgar a alguien sin pruebas solo leyendo la prensa, pero los hechos hechos son, y el sol no se puede tapar con un dedo, y falta de conocimiento, a esos niveles es un poco difícil de creer, al menos en mi opinión, que por demás no conozco mucho de política. La defensa sin embargo, es permitida para todos, políticos o no.
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