La semana pasada regresaron mis padres a Cuba después de pasarse un tiempo con nosotros. Como siempre después de estar casi dos meses juntos, el vacío que queda es inmenso. La razón principal es que por más que trates de convencerte a ti mismo de que sí es posible hacer el tremendo viaje y que pronto nos volveremos a ver, la realidad es que la distancia es enorme y a una cierta edad ya no puedes dar nada por sentado. Es algo con lo que hay que aprender a vivir cuando se está lejos de su tierra y para no deprimirse hay que sencillamente tratar de ver el lado bueno de las cosas y mirar hacia adelante, pero a veces es bien difícil...
Yo no creo que esto sea noticia para todo aquel que un día se mudó a un país extraño. Sin embargo, de alguna manera, al formar una familia con un nativo es de suponer que al menos uno va a tener una relación familiar con la familia de su pareja, que si bien no sustituye a "mamá y papá" al menos puedas sentir el calor familiar de alguna forma. Ese tipo de relación a la que uno está acostumbrado es casi inexistente en Suecia. Me explico. El concepto de familia se tiene bien en alto y lógicamente siempre que se viva cerca pues se hacen reuniones o cenas familiares, se celebra Navidad etc. Sin embargo, la relación en mi opinión es bien superficial.
Los suecos son en extremo medidos, respetuosos y cuidadosos a la hora de expresar opiniones. Aunque se trate de la familia la misma política se aplica, nada de hacer preguntas inapropiadas o abordar temas problemáticos a menos que no quede más opción. Es difícil como latino ante situaciones familiares polémicas ver que todo el mundo se cruza de brazos y nadie se atreve a decir una palabra para solucionar el conflicto.
Una de las situaciones en las que más me ha chocado esta actitud afamiliar de los suecos es cuando nace un niño en la familia. La opinión aquí no es que la pareja necesita ayuda con el recién nacido ya sea en los quehaceres de la casa o sencillamente cuidando al niño mayor en caso de que se tenga uno, para que los padres puedan descansar un poco. Estar presentes en el momento en que se que presente el parto o en los días posteriores para ayudar, no es ni siquiera una opción, más bien es todo lo contrario. Los abuelos conocen a los nietos a las semanas o a veces al cabo de los meses, pues no quieren "molestar" o "importunar". Mientras tanto, la pareja tiene que volverse loca buscando quien cuide al niño mayor a la hora de ir al hospital o sencillamente lidiando con un recién nacido, quizás más hijos, los quehaceres del hogar y lógicamente la falta de sueño. Después de unos cuantos años en Suecia, aún no logro adaptarme a que la familia sea como una amistad con quien tienes una relación un poco más cercana y que para recibir ayuda tienes que pedirla porque no se brinda de manera espontánea.
Como mismo escribo lo anterior no puedo dejar de reconocer que uno hasta cierto punto se adapta a esta independencia extrema en la que nadie hace preguntas o se inmiscuye en la crianza de los hijos u otro tipo de situaciones y decisiones. Un balance entre las dos culturas en este sentido sería realmente lo ideal, pero la perfección desgraciadamente no existe. En mi opinión los padres e hijos sean de la edad que sean, deben tener una comunicación abierta en ambos sentidos en lugar de limitarse a discutir temas tan superficiales como trabajo, los niños, el clima (que no puede faltar) y las planificaciones para la celebración de Navidad.
De seguro hay excepciones a todo lo que he escrito anteriormente, pero yo realmente siempre veo el mismo patrón basado en mi experiencia personal o sencillamente cuando escucho hablar a mis colegas en el trabajo o mis amistades que viven en una familia mixta (mitad sueca, mitad extranjera). Lo que sí tengo bien claro es el concepto de familia que yo le pienso transmitir a mis hijos. El dicho "En Roma haz como los romanos" no se aplica en este caso. Sinceridad, comunicación y dar muestras de cariño son para mí pilares esenciales en la relación entre padres e hijos y esto no va a cambiar, por muchos años que viva en Suecia.
Leer esta entrada y contar hasta cien para no soltar todo lo que pienso de esta ingeniería social en lo que se refiere a la familia, ha sido poco contar. Nada, que he contado hasta mil y aún así te dejo mis perlas en forma de comentario.
ResponderEliminarPersonalmente es un tema muy delicado para mi porque no sabes ni como describir las relaciones familiares en este país (ya ni compararlas con nuestra idiosincracia porque te vuelves loco) pero me parecen como mínimo tremendamente egoístas. Con esas caritas de dulzura y lo políticamente correcto, te hacen un hijo y ni siquiera a los nueve meses te enteras. Cada persona con la que trato el tema de las familias politicas tienen experiencias muy cercanas a la mía, que por poner un ejemplo pequeño; estuve en el hospital tres meses, diagnostico de Cancer y ni una llamada de teléfono.
Nos hemos comprado una casa nueva y para eso si recibi opiniones y comentarios de que y como debo de hacer; así que con la misma dulzura y corrección política que les caracteriza les envié a todos a freír espárragos.
En fin, punto sobre las íes y cada uno en su casa y Dios en la de todos.
P.d yo también tengo a mi mami pasan una temporada conmigo y como la noche y el día, donde vamos a parar.
Hola Mayelin!
EliminarTristemente no me sorprende lo que comentas, aunque la parte de ni siquiera llamarte estando en el hospital está fuerte. Es un tema bien delicado y yo trato de escribir lo más neutral que puedo pero diciendo las cosas como son, porque ese es el objetivo de mi blog y este tema realmente es algo con lo que uno choca bien frecuentemente. Como bien dices es algo que más menos todo el mundo en nuestra situación experimenta de una manera o de otra. Los ejemplos son miles, es realmente tema para más de un post.
Gracias por tu comentario!
Hola Kenia, es verdad lo que cuentas (tengo familia sueca y latina desde hace mas de 14 anios), pero hay casos y casos. Ami no me gusta ningun extremo, ni el sueco ni el latino. Reconozcamos que tambien deja mucha paz interior no tener que preocuparte por tus padres (envidio a mi mujer sueca). Lo mejor, algo entre medias, si es que es posible. Por ejemplo es imposible que tus padres latinos se metan en cualquier cosa asi como tambien es imposible indicar a un sueco que se meta en algo personal, pero en mi caso particular, mi familia sueca si se interesa si nos pasa algo, pero eso si, no llaman ellos, siempre nosotros tomamos la iniciativa. Pero te puedo asegurar una cosa: no existe abuelo/a de cualquier raza y cultura que no le guste que le llamen o le visiten. Hay que hacer el esfuerzo. De hecho el otro dia un companero de trabajo sueco me lo reconocio que quiere mejorar la comunicacion con sus padres. Independientemente de la cultura, creo que es una cuestion de educacion y humanidad. Si no se lo inculcas tu a tus hijos, nadie lo hara.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo! Es imposible generalizar porque siempre hay excepciones y todo está en la suerte que tenga uno por decirlo de alguna manera, pero créeme que hay abuelos bien raros en la forma de expresar cuánto quieren estar cerca de los nietos.. Yo creo que la principal diferencia y es lo que al menos a mí más me choca es el individualismo y el concepto de que uno tiene que resolver las cosas solo, sin ayuda de hijos, de padres ni de nadie. Como escribí en el post, lo ideal sería un punto medio entre la cultura latina y la sueca en este sentido.
EliminarSaludos!